A pesar de la evacuación para resguardar las vidas, el destrozo de casas, comercios y calles por el paso del huracán, se vieron afectadas muchas familias. En su paso por Nicaragua Iota alcanzó una escala 4 de Saffir Simpson.
Las fuertes lluvias han dejado inundaciones, desborde de ríos, deslizamientos de tierra, árboles caídos, fallas eléctricas, inconvenientes en las vías y damnificados.
El país nicaragüense está en emergencia debido a dos huracanes seguidos proyectando ruinas y destrucción de muchos hogares. Los refugiados también se encuentran amenazados por la pandemia, ya que podrían aumentar los casos de Covid-19 poniendo muchas vidas en peligro. Sin embargo, se están tomando las previsiones y medidas correspondientes para resguardar las vidas de los más afectados. Gracias a las evacuaciones se guardó la vida de aquellos en situación de riesgo, evitando pérdidas humanas.
No así en Colombia donde lamentablemente dejó un muerto en la Isla de San Andrés del Mar Caribe. Afortunadamente el huracán perdió fuerza al ubicarse en 2 en la escala de Saffir Simpson rumbo a Honduras, donde fueron albergadas miles de personas para prevenir las fuertes tormentas y vientos de hasta 200 km/h.
Nuestro apoyo en oración para con estas naciones que han sido golpeadas por tan poderoso ciclón.
