La tercera ciudad más grande de Nicaragua, Estelí, se vistió de gala la noche de este 30 de abril para recibir la palabra de Dios de parte del Pastor Edgar Arias. Cabe recordar que esta es la cuarta nación pautada para la Gira Subdirector Internacional que inició en Colombia, pasó a Ecuador y luego a Perú.
Entre coros y alabanzas fue transcurriendo el servicio para dar paso al Director Nacional de Nicaragua, Arturo Jiménez, quien expresó unas breves palabras sobre el recorrido que viene haciendo el Pastor Edgar y el cronograma que está señalado para dicho país.
Tras dar sus palabras de antesala, dio paso al ministro del Señor. Cuando el Pastor Edgar Arias se acercó al escenario manifestó lo contento que se sintió al pisar el territorio oficialmente llamado La Villa de San Antonio de Pavia de Estelí, mejor conocido como “el diamante de las Segovias”.
Luego de saludar y dar la bienvenida a las iglesias de otras denominaciones que respaldaron, el Subdirector Internacional leyó 2 Corintios 4:13, cita bíblica que usó como ancla para la predicación de la palabra. Instó a los presentes a pedirle al Señor que los ayude a cambiar los vocabularios de fracasos por lenguajes de fe, creyendo que los propósitos de Dios son mayores que los de cada persona, de igual manera exhortó a los padres a valorar a sus hijos y declarar palabras de bendición sobre ellos.
Está previsto que el día martes el Pastor Edgar esté saliendo rumbo a Costa para continuar con la Gira y posteriormente visitará Panamá. Al finalizar el mensaje, el Pastor Arias llamó a las personas que estaban padeciendo enfermedades y clamó confiando firmemente en que la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará de su lecho.
Fue así como Dios obró en milagros en la vida de personas que tenían hormigueos en las piernas, dolores estomacales, descontrol de tensión y niveles altos de azúcar en la sangre, entre otras patologías. Luego de la ferviente oración, las personas comenzaron a contar que los malestares habían desaparecido, algunos testificaron haber sentido un calor que consumió las enfermedades y dolores que tenían en ese momento.