Guía Dominical | Marchando con Jesús.

MARCHANDO CON JESÚS.

INTRODUCCIÓN: Marchar es el acto de partir de su lugar a otro, y en efecto, cuando llegamos a Jesús emprendemos una marcha que, bien sabemos los creyentes, continua en el cielo. Pero es indispensable que mientras marchamos miremos a Jesús, porque en este tiempo tempestuoso que estamos viviendo, muchos se hunden por mirar hacia otras cosas.

Lectura: Lucas 5:1-11
Texto para memorizar: Filipenses 3:14
«Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús»

I. DIOS TOMA AL HOMBRE Y LO LLEVA AL LUGAR DONDE ESTE LE PUEDA SERVIR DE LA MANERA QUE A ÉL LE AGRADA

A) Dios sacó a su pueblo Israel de Egipto con el fin de hacerlos libres de la esclavitud donde estaban, y Dios quería que marchara hacia la tierra que fluye leche y miel. Éxodo 14:15

B) También sacó a Abraham de Ur de los caldeos, donde servían dioses extraños. Para que Abraham pudiera caminar con Dios, debía salir de la tierra de su nacimiento. Génesis 12:1; Josué 24:2

C) Dios lo sacó a usted del mundo de pecado y lo hizo su hijo para que usted camine con Él. Jeremías 7:23

II. LA MANERA EN QUE DEBEMOS MARCHAR CON ÉL

A) Fuera del mundo de donde nos llamó por su gracia. 2 Corintios 6:17; 1 Juan 2:15

B) Fuera de las asociaciones prohibidas. Si como creyente te encuentras como Lot en medio de Sodoma, entonces escapa por tu vida. Génesis 19:17; Apocalipsis 18:4

C) No detenernos por los presentes logros, sigamos marchando. Filipenses 3:13-14

D) Estar dispuestos a seguir cuando venga el sufrimiento. 2 Corintios 12:9-10; Romanos 8:18

E) Agradándole en todo y llevando fruto en toda buena obra. Colosenses 1:10; Juan 15:8

F) Si no estás dispuesto a tomar la cruz cada día, no podrás, entonces, andar con Él. Lucas 9:23, estos son los vituperios por causa de seguirlo al Él

CONCLUSIÓN: Dios está dispuesto a guardarnos en todo nuestro peregrinar, pero es necesario que, si queremos andar con Él, vivamos como Él, en santidad, y tendremos éxito en nuestro camino; recordando que separados de Dios, nada podemos hacer.