El Pastor Elvis Gonzáles proveniente de Ciudad Ojeda (Zulia-Venezuela), visitó el estado Anzoátegui como parte de una gira que realiza para testificar a la humanidad la impactante experiencia que sufrió al morir sorpresivamente y descender al infierno. Las Misiones “Luz del Mundo” 1, 3, 4 y 34 de Barcelona fueron algunas de las sedes que recibieron al predicador y a las iglesias cercanas de esta localidad del oriente venezolano.
El hermano Elvis Gonzáles relata que murió el 3 de diciembre y llegó al infierno para ser condenado
El 3 de diciembre de 2021, a sus 46 años de edad, el Pastor Elvis sintió un fuerte dolor de cabeza, por lo que asegurando puertas y ventanas de su habitación se acostó en su cama. Hacía nueve meses que se automedicaba el medicamento Dexametaxona para calmar los fuertes dolores que le habían dejado una caída. En un instante abrió los ojos y todo estaba oscuro, su cuerpo estaba exhausto, asfixiado, inmóvil, con una sensación que no era fácil de explicar.
Entró en una realidad paralela. Escuchaba con claridad a dos hermanas preocupadas quienes, después de tocar insistentemente la puerta sin obtener respuesta decidieron pasar a la recámara y viendo el estado de inconciencia, comentaban sobre lo mal que se veía físicamente y trataban de despertarlo, pero él no podía ni hablar y apenas veía siluetas. Cuando llegaron unos varones lo llevaron al hospital.
Entre voces de oración y el ruido de la máquina del hospital que turbaba sus oídos, oyó a un doctor decir que lo que tenía parecía ser un infarto. De pronto un frío empezó a subir por su cuerpo y era la muerte que lo estaba invadiendo, posterior a eso la temperatura cambió a caliente. Y murió.
Experiencia infernal
Relató que una vez el alma salió se vio en tres dimensiones distintas: en su cama, en el hospital y en un lugar oscuro rodeado de tinieblas. En este último plano comenzaron a suceder las demás cosas. Todo tomó un giro cuando una creyente dijo a otra: no se preocupe hermana, el Pastor está con el Señor.
De un instante a otro, se vio en un túnel descendente y, en medio de súplicas y gemidos de desesperación, oyó la voz de Dios que le dijo en forma progresiva: ¡Falleciste. A las 2:40 de la madrugada caíste en coma y a las 2:48 moriste. Se te acabó tu tiempo en la tierra. Hice todo para que no vinieras a este lugar!
Tenía un miedo impresionante y una sensación de magnetismo que lo hundía hacia abajo; mientras le preguntaba a Dios qué era eso obtuvo la respuesta: ¡te hala tu parte, tu tesoro, en el infierno. Reo eres de oscuridad y tinieblas para siempre!
Mientras iba cayendo veía arriba la proyección de momentos de la historia enmarcados en el plan de salvación de Dios a la humanidad, como la creación del mundo y la crucifixión de Jesucristo. Consecutivamente, a medida que descendía escuchaba gritos perturbadores de multitudes de niños, jóvenes y adultos que decían frases tales como: Jesús sácame de aquí, yo lo conocía, yo le servía, yo predicaba su palabra. Tiempo después lo que veía eran muchas almas cayendo a aquel lugar de tormento. Cuando miraba abajo observaba multitudes de personas siendo comidas por gusanos.
“Toda persona que es consciente de que lo malo es malo y se presta para practicar lo malo va a tener que confrontar y afrontar el castigo de Dios eternamente, pero aquel que busca a Dios, que se relaciona con la luz no tiene parte en ese lugar porque es hijo de la luz. Hay gente que dejó de orar, de sentir su Espíritu, de gemir ante su presencia porque Satanás, sus demonios y sus conductores han querido llevarla a ese lugar”, expresó el Pastor Elvis Gonzáles durante su predicación y narración del testimonio frente a la Misión 4 en el sector El Viñedo de Barcelona, sitio donde pudo ver estructuras de rejas que aprisionaban a los inmersos en el pecado.
Predicador Elvis Gonzáles orando por los Pastores de la zona sur de Barcelona
Prosiguió contando que a medida que bajaba tenía conocimiento del recorrido que iba haciendo: llegó a 60 kilómetros dentro del infierno, pero instantes antes de eso había ido de un soplo a un lugar amplio con un resplandor impresionante donde habían bolas de fuego que ardían y en medio de ellas el espíritu de Satanás y de demonios que eran atormentados. Luego de ver aquello salió de ahí con la misma velocidad con que fue llevado.
“El infierno es un lugar que se hizo para el espíritu maligno que quiso destruir la paz y la felicidad del mundo, y se le preparo este eterno tormento, quebranto, llanto, desesperación, crujir de dientes y eternidad en oscuridad y tinieblas, en ese espacio no hay amor”, aseveró el predicador exhortando a los presentes a un arrepentimiento verdadero, testificando que la muerte lo sorprendió en pecado y lo llevó al abismo como condenado, aunque él erradamente llegó a pensar que le esperaría recompensa celestial.
Pastores de Barcelona oraron por el hermano Elvis Gonzáles
“Todo el que viva una vida doble, todo el que se preste para la mentira, para el engaño, para la injuria, para el pecado y toda malicia tendrá su parte en ese lugar. Evite usted ir a ese lugar”, insistía el ministro de Dios, recalcando que el Padre le repetía una y otra vez que el Hades no fue preparado para la humanidad sino para el maligno y sus ángeles.
En medio del desespero por los lamentos desgarradores que oía, el Pastor comenzó a preguntarle a Dios por qué estaba allí e incluso pensaba que se trataba de una equivocación, pero Dios le hizo razonar en que su falta de honestidad en la tierra lo había hecho digno de condenación. Al mismo tiempo, sentía un dolor terrible cual nunca había sentido y entendió que ese es el dolor reinante que siente Dios en su corazón por cada alma que se pierde consciente de que existe una salvación, mismo dolor que se expresa en Génesis 6:6: “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”.
Tiempo de misericordia
A 60 kilómetros de las profundidades del infierno, el Pastor Elvis se acordó del pacto que Dios hizo con su madre diciendo que ninguno de sus hijos se perdería en el infierno, palabra que le recordó a Dios y al mismo tiempo le prometió que si lo sacaba de allí iría hasta lo último de la tierra anunciando que ese lugar es real para que millares de gentes eviten caer en él. Al decir esas palabras quedó paralizado en el aire porque lo alcanzó la gracia de Dios, a 80 kilómetros de las profundidades del abismo.
De pronto apareció en el hospital y a escasos microsegundos sintió que el Espíritu Santo metió su alma en el cuerpo; una mujer que estaba coleteando se percató de que había reaccionado y empezó a pegar gritos.
Creyentes e inconversos escucharon atentamente el testimonio impactante
Una hora después cuando recuperó la movilidad se tiró de rodillas para agradecer a Dios por la misericordia y cuando se levantó miró su cara aun tan pálida como la de un cadáver, pero se sintió una persona renovada, rescatada del infierno donde el gusano nunca muere y la llama nunca se apaga.
Hoy en día el Pastor Elvis Gonzáles cumple su promesa y da testimonio de que el día 3 de diciembre rompió con una maldición generacional, pues él fue el último miembro de su familia que murió con problemas cardiovasculares.
Redacción y diseño: Milena Pérez
Video: Milena Pérez/ Gerson Viez
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