Cabe mencionar que en el lugar donde se llevó la labor social hay mucha necesidad de Dios pues existe un canal donde se refugian varios ciudadanos que padecen enfermedades físicas y psicoemocionales, entre ellos, mujeres, hombres, niños, adolescentes y jóvenes.
De acuerdo con información suministrada a este medio, esta es la primera jornada benéfica que realiza la Misión y no dejarán de hacerla, Dios mediante, ya que la intención es ayudar a todas esas personas que necesitan a Jesús en su corazón para ser sanados, restaurados y limpiados, un regalo que va más allá que la entrega de un calzado o prenda de vestir.
El Pastor Nicolás Salazar Cabrera, quien apenas cuenta con 10 meses de haber sido ungido como encargado de la iglesia, comentó que anteriormente habían ayudado a personas que llegaban a la Misión, pero jamás habían salido a las calles para palpar la necesidad de las familias bolivianas tan de cerca.
Así mismo agradeció a su esposa Mercedes Montesino, su hija Carolina, al Evangelista Internacional José Ramón Escorihuela y a todos los miembros de la iglesia (70 personas) por ser parte de este proyecto, también se mostró muy agradecido con la hermana empresaria Verónica Aguilera Eguez de la empresa Rimax que fue tocada por Dios para dar las provisiones que donaron a los habitantes en situación de calle.
Cabe resaltar que los hermanos de la Misión Pedro Díaz de Bolivia fueron con su respectivo uniforme Cristo Sana y sus Biblias para entregar los alimentos, ropa y calzado. Igualmente compartieron alabanzas y la Palabra del Señor expuesta por el Evangelista José Escorihuela. La presencia de Dios llevó tanto refrigerio a las familias que algunas aceptaron a Jesús en su corazón y solicitaron congregarse en la Misión.
Por último, notificaron que la visita del Pastor Escorihuela ha sido de bendición. “Estamos muy agradecidos con el apoyo y el trabajo que él ha hecho con nosotros, son enviados del Señor”, ratificó el Pastor Nicolás Salazar.